domingo, 21 de agosto de 2011

LA COMIDA TÍPICA ZACATECANA

Leí con mucha atención el artículo referente al rechazo para establecer un Mc Donalds en el Portal de Rosales, en el Corazón de Zacatecas, que escribió el Lic. Aquiles González Navarro, exprocurador, exdiputado, exdirector de la Escuela de Derecho de la UAZ y ahora, regidor en el Ayuntamiento de Guadalupe y publicado en los periódicos Imagen y Angulos.

Tiene toda la razón en todo lo que dice: hasta me recordó mis años mozos cuando viví en Sombrerete en donde tuve el placer y el alto honor de disfrutar de todas las comidas que enumera. Yo me crié almorzando algunas veces jocoque con frijoles, comí gorditas de horno, pan ranchero –como el que venden algunas personas que vienen de Trancoso y lo transportan en cubetas por la ciudad en busca de clientes-, todas esas delicias de la comida zacatecana que se puedan imaginar y que desgraciadamente, ya no están al alcance de nosotros a no ser porque unas maravillosas mujeres que vienen de algunas comunidades a venderlas en cantidades muy pequeñas en el Mercado de El Laberinto y en la calle Aldama de nuestra Capital. Hay que ir temprano para conseguirlos.

Merece todo un párrafo, mi paisana, una mujer originaria de la Estación Frío, municipio de Sombrerete, que todos los miércoles anda por las calles del centro y por algunas oficinas y dependencias del gobierno -con su canasta colgada en su antebrazo que no se cansa-, ofreciendo los más deliciosos “asaderos” hechos a mano y con leche ordeñada de sus propias vacas, en su casa. ¡No son de fábrica! por lo que conservan su clásico y exquisito sabor.

Entonces, al Lic. Aquiles, ya le ganaron desde hace rato la idea de expender alimentos típicos zacatecanos y se pueden conseguir durante todos los días de la semana y además, los domingos en la mañana, los tamales de los que quiera y el atole saborizado con frutas naturales preparados con muy afortunado sazón por la hija de Salvador Acuña y otras señoras que con sus vaporeras sobre mesitas de madera, le hacen competencia a la hija de mi amigo.

Pero, ¿meter todo esto en un restaurante? Nada más quiero preguntar si los chefs van aceptarán rebajarse para preparar platillos típicos: Es muy fácil hablar pero es muy difícil el camino de la realización. Ya muchos restauranteros han hecho la prueba y han topado en pared por lo que he podido enterarme.

Sería muy interesante aprovechar lo que ya se tiene y que en cuanto las señoras que nos traen comida típica y la venden en El Laberinto sean estimuladas y tomadas en cuenta, entonces tendremos un nicho inexplotado por causa del malinchismo culinario que padecemos.

El importantísimo Don Alfonso Reyes ya dijo la frase que me parece sintetiza el asunto y miren que fue originario de Monterrey y esto fue lo que dijo: “En donde empieza la carne asada, termina la cultura”.

Y a propósito de turistas, cuenta la leyenda que no todos, soportamos las comidas típicas ya sea por falta de costumbre, por las naturales molestias estomacales, que provoca viajar por avión o por carretera en nuestro metabolismo. Se me ocurre un ejemplo: llegar a Guadalajara y de repente comerse una torta ahogada, ¿la resistiremos todos con lo picante que es? A ver si no acaba con un malestar estomacal por muy buena digestión que tenga el individuo porque no está acostumbrado a esa cantidad de irritantes.

Y los que vienen de otros lares: ¿a todos les va el asado de boda? La grasa es indispensable en su preparación y la combinación de chiles secos no les prueba a cualquiera.

El primo de un amigo que estuvo hace poco en Turquía y Egipto, le entró a la comida típica y vieran que no le fue tan bien con su estómago y cuando hay que desayunar rebanadas de pepino, de tomate y de queso panela y si te va bien te dan una manzana y una taza de café, porque esa es la forma como desayunan allá, quedas con una sensación de medio vacío que te impide disfrutar las visitas a los museos y zonas arqueológicas con temperaturas cercanas a los 40 grados. En la comida, lo salvó que ofrecían pedazos de pollo o de carne de res con pan árabe, será por eso que están tan esbeltos.

Bendito sea Dios que había un Mc Donalds o una Pizza Hot en la Avenida de las Pirámides y fue su salvación, por la identificación con las hamburguesas y con las pizzas además del precio que es más o menos el mismo en todo el mundo.

Lo mismo le sucedió cuando viajó a Perú y Bolivia. Allá, me contó, la comida es a base de tubérculos: papas, yucas, camotes, etc. cocidos con un pedacito de pollo o de carne de res y toneladas de arroz blanco. Sin tortillas. Sufrió mucho. Lo único que le gustó fue el cebiche que presumen como un plato típico,

Afortunadamente encontró en el centro de Lima, de Arequipa, de Cusco y de La Paz, un Mc Donalds que ni se notaba por la cuidada decoración, en medio de los majestuosos edificios su orgullo por la arquitectura colonial más impresionante. Nomás para darme una idea, me platicó que para entrar a las catedrales de Lima y de Arequipa, cobran 50 dólares por entrar.

No hay que preocuparse, los señores de la trasnacional tan exitosa, saben perfectamente cómo hacerle si deveras están decididos a instalar su tienda en el local del inolvidable Al Ferrocarril: se han instalado en los más céntricos locales en las ciudades más importantes del mundo para servir a sus compatriotas que van de turistas y además, han conquistado los paladares locales.

Qué bueno que no se opusieron antes a la instalación del Sanborn’s, ya ven que la comida “típica” que allí expenden no presenta la originalidad porque es como dijo el ranchero “como de fábrica” y además que bonita quedó la tienda que suplió a la farmacia La Perla de la señora Mina y la panadería de los Chinos. Ustedes dirán.

En Zacatecas y por los zacatecanos en la miseria, tenemos causas más importantes para defender, muchos problemas en cuya solución podemos gastar nuestras energías jóvenes

Muchas gracias por su atención







Fotos: Plaza de armas de Cusco, Perú. En el rincón de los tejados, enmedio de las dos majestuosas iglesias, se encuentra el Mc donalds que ni se nota; sin embargo es una salvación para las personas que no se entienden con la comida típica. Catedral y Plaza de Armas de Arequipa, Perú. A un costado de los arcos junto a la catedral esta ubicada la hamburguesería. Catedral y Plaza de armas de Lima, Perú. Zona Arqueológica de Abu Simbel en Egipto y Muralla de Estambul

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