ENCHILADAS POTOSINAS
CENSURAN PINTURA TITULADA «LA CORRUPCIÓN»,
EN EL MUSEO «FRANCISCO COSSÍO LAGARDE»
Por Miguel Ángel Duque Hernández
La libertad de expresión es un derecho inalienable, de acuerdo a la Carta de los Derechos Universales suscrita por México; sin embargo, en el Museo «Francisco Cossío Lagarde» de San Luis Potosí, por instrucciones «de arriba», se censuró una obra de arte y se mandó descolgar el cuadro titulado «La corrupción», del maestro Lucio Tenorio Aguirre (que ya estaba incluido dentro de la exposición colectiva instalada actualmente en dicha casa de la [in]cultura).
Hoy, en ese mismo lugar, sólo podremos mirar entre los demás cuadros de este artista, un hueco, un clavo que dejó este acto de intolerancia. De ahora en adelante, en nuestra tierra, nadie puede quejarse del estado de crispación social y amargura ante la corrupción, la injusticia, la impunidad, la violencia.
Por esa razón, habré de tomar ese sitio como lugar de martirio y peregrinación, para recordar que una expresión artística ha sido eliminada por la simulación democrática, por la simulación política, por la censura de quienes abominan de la belleza, la libertad, la esperanza y la crítica, con que los artistas intentan mejorar el mundo.
Con breves trazos, amables lectores, les daré una imagen de esta pintura. Una figura central es la de un profeta que tiene un grito en su expresión facial. Sostiene una manta que dice «México y la dictadura perfecta», en recuerdo de la afirmación que hizo el escritor peruano Mario Vargas Llosa respecto al gobierno priísta de entonces, en un coloquio organizado por Octavio Paz y transmitido por Televisa; al día siguiente, ipso facto, nuestro recién galardonado con el Premio Nobel, Vargas Llosa, fue invitado a salir del país. En el cuadro hay otros mensajes alusivos a fraudes electorales, corrupción, injusticias, que quizá incomodaron a algunas buenas consciencias. Se trata de una crítica irónica y apasionada, penetrante. El artista alza su voz para clamar en el desierto, a través de los colores dibuja la descomposición social que genera la corrupción.
El maestro Lucio Tenorio tiene una amplia trayectoria artística. Desde sus inicios, una parte de su creación pictórica la ha dedicado a la denuncia de los males que aquejan a la sociedad de nuestro tiempo. Hoy se enfrenta a un acto de facismo puro. Acepta con humildad y una sonrisa este embate en contra de la libertad de expresión. Sigue pintando con alegría.
Desconozco quiénes son los funcionarios del Museo «Francisco Cossío Lagarde» o de la Secretaría de Cultura del gobierno del estado, no sé si reconsiderarán esta decisión. Sólo sé que esta censura es un premio al trabajo artístico del maestro Lucio Tenorio. Es la mejor manera de reconocer que la obra artística remueve las consciencias, es capaz de suscitar en el hombre la reflexión y las pasiones. En México, ¿cuántas veces habremos visto descolgar cuadros, destruir libros, enlatar películas, cerrar teatros, debido a la intolerancia y la tiranía de la dicta-blanda (o la dictadura) del gobierno en turno?
De manera personal, el maestro Lucio Tenorio está tanquilo. Sigue pintando para su próxima exposición en la Casa de la Cultura de Coyoacán, en la ciudad de México, en que presentará más de un centenar de obras (que esperamos que nadie descuelgue). Por precaución, el viernes pasará a recoger por dicha pintura, para resguardarla de los fantasmas anónimos, los inquisidores modernos.
Imagino que saldrá con su cuadro a la avenida Carraza, que ese día estará enlutada, y habrá un largo cortejo de dolientes apenados por este acto de censura incomprescible, sobre todo a esta altura de la historia de la humanidad. No es una cuestión menor, sino que trasciende y quedará registrada en la historia.
Corrijo: la libertad de expresión es un derecho inalienable en Júpiter, no en San Luis Potosí.
¿Arroooz?
No hay comentarios:
Publicar un comentario