Boletín UNAM-DGCS-538
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 1 de septiembre de 2012
Ricardo Trujillo
MÁS QUE UN DESORDEN PSICOLÓGICO, LA NOMOFOBIA
ES UNA MODA
• Es considerada un temor irracional a no tener teléfono
móvil, pero no está identificada disciplinariamente como una patología, aseguró
Ricardo Trujillo, de la FP de la UNAM
• Es una variación o consecuencia de la agorafobia o
trastorno de ansiedad, consistente en el miedo a situaciones donde es difícil
escapar
• Tiene más sentido explicar esa condición como un fenómeno
psicosocial
La nomofobia, considerada por los medios ingleses como un
temor irracional a salir de casa sin el teléfono móvil, no está identificada
como un desorden psicológico. “Definitivamente no tiene características ni
criterios para ser considerada una nueva patología”, estableció Ricardo
Trujillo, profesor de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
El concepto surgió de estudios realizados por la Oficina de
Correos del Reino Unido, sin sustento psicológico o clínico, pues se trató de
una encuesta demoscópica, cuyo propósito fue estimar el grado de ansiedad que
sufren los usuarios de telefonía móvil al salir de casa sin su dispositivo, o
perderlo; se concluyó que 53 por ciento tienden a experimentar esa condición.
No obstante, acotó el universitario, esas estimaciones no
son confiables, pues en realidad no asumen un criterio clínico para
caracterizarlo como fobia, por lo que hay un uso incorrecto.
Para diagnosticar una fobia, (según el marco de referencia
psicológico), se requiere una serie de condiciones que corresponden a un temor
excesivo a determinado evento, respuesta inmediata de ansiedad/crisis de
pánico, e interferencia atribuida a las relaciones laborales o sociales,
criterios que no son considerados por la investigación aludida, aclaró.
Trasfondo social
En todo caso, los psicólogos han observado a la nomofobia
(de acuerdo con algunos especialistas, la palabra proviene del inglés no mobile
phone phobia, fobia a no tener teléfono móvil) como un síntoma de otra
patología totalmente distinguible, como la agorafobia o el trastorno de pánico.
En opinión del académico, si bien es cierto que la nomofobia
que caracterizan en los medios de comunicación corresponde a un patrón de
conducta resultado del uso de las nuevas tecnologías, ésta tiene más un
trasfondo social.
Desde el punto de vista de la psicología social, afirmó, se
observa una serie de comportamientos que siguen una lógica colectiva,
congruente con la estructura posmoderna actual; es decir, se vive para no
sentir angustia, para entretenerse.
“Buscamos soluciones para alargar nuestra vida a través del
'gen de la muerte', consumimos alimentos, pastillas e inyecciones para mantener
nuestra edad; ocluimos 'toda' angustia o malestar con 'cualquier droga' que nos
entretenga (cigarro, alcohol, marihuana, con extensión del trabajo, las
relaciones peligrosas, o la televisión)”, detalló.
En este contexto, la nomofobia –como en la novela de
Cosmópolis–, es una más de las conductas que siguen la ideología de sentirse
seguro por todo, sea por una relación amorosa, por lo que nos depara el futuro,
por estar en contacto permanente, o por no quedarse atrás en la información.
Como señalara Baudrillard, la realidad se vuelve redundante,
es el condón de la profundidad. Ser aséptico es la norma so pena de contaminarse
con la distancia, el recorrer del tiempo y el afecto. Se trata por lo tanto, de
un discurso ideológico en una sociedad que no desea la angustia. Las cosas que
realmente importan en esta sociedad, son motorizadas por ella, como el arte, la
política o el amor, concluyó.
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