Elías
Barajas Romo: Estoy sumamente dolido –siempre me duele que alguien se desprenda
de mi grupo, de mi equipo; mis amigos,
mis compadres- pero que un hermano se desprenda, sobre todo, cuando seguimos
cuesta arriba, ¡si duele mucho!
Entrevistado
por: Benito Álvarez
-Hay un evento muy importante en la política
de Zacatecas que acabamos de vivir en días pasados y que se refiere a la
afiliación de tu hermano Alfredo a las filas del PRI, nos gustaría conocer cuál
es tu opinión al respecto.
-Es una
decisión que yo respeto porque creo firmemente que después de la vida, la
libertad de las personas de tomar decisiones, es fundamental. En este caso, él
toma una decisión individual, personal, una determinación que según él planteó
y tomó el acuerdo consigo mismo. Desde luego que él olvidó que cuando se es
parte de un equipo, de una familia, de una comunidad, las decisiones se toman
en colectivo. Cuando alguien toma decisiones personales, siendo parte de un
equipo, siempre encontrará que sus decisiones, no serán compartidas por el
resto del equipo.
-¿Y tu, como tomaste la noticia
personalmente: Primero como hermano y luego también como líder político y como
hacedor de la carrera política de tu hermano?
-No me
sorprendió. Eso ya estaba muy dibujado. Desde el día en que toma protesta como
diputado, empieza a asumir actitudes irreverentes con el equipo,
particularmente conmigo; lo que decidió e hizo público apenas hace unos días,
de afiliarse al PRI, realmente no me sorprendió, es algo que ya estaba
prefigurado. Lo que realmente me sorprendió es al principio cuando yo, siendo
su hermano aparte de dirigente del partido del que él, también fue dirigente,
cuando yo le llamaba para que tomáramos acuerdos para ir definiendo posiciones
públicas respecto de los asuntos que se estaban ventilando en esos momentos, él
ya no quiso responder, ya no quiso asumirse como parte del equipo; ya tomó
decisiones personales, expresó posiciones personales respecto de los asuntos
públicos; ya no estuvo de acuerdo en lo que se estaba acordando en el equipo,
entonces, del como ya tomo su determinación, pues no… ya para mí era algo que
ya venía. Lo que me sorprendió fue al principio, recién había tomado protesta
como diputado y empezó a dejar de lado los acuerdos con el equipo cercano.
-¿Esto se prefiguró en el momento que hubo un
conflicto con la diputada Domínguez al no ponerse de acuerdo quien iba a ser
quien encabezara la bancada del partido Convergencia, ahora Movimiento
Ciudadano?
-Eso
fue un poco como el pretexto. El primer acuerdo –y ese lo tomaron conmigo- fue
que él fuera el coordinador de la bancada un año y el siguiente la compañera y
el siguiente, Alfredo. Eso fue el pretexto, no era el fondo, eso ya estaba
acordado y no quiso reconocer que quien debiera continuar era la compañera.
Y
continúa: Aquí va un comentario aparte: A mí siempre se me cuestionó desde que
fundamos el Partido, de que este era un partido que apoyaba a la familia. Dos
de mis hermanos que son los únicos que participaron abiertamente en la
política, Alfredo y Magdalia. Por años,
yo llevé la carga de apoyar a mis hermanos, desde luego que lo hice con mucho
gusto, además con responsabilidad, eran mis hermanos menores y en el momento,
ellos se hacen a un lado a pesar de la carga 1que yo siempre llevé, a mi me han
cuestionado de mucho, pero la carga más severa es que estando en Movimiento
Ciudadano haya yo apoyado a los dos al mismo tiempo. Uno para que fuera regidor
y otro para que fuera dirigente y luego diputado. Es el mayor cuestionamiento
político que yo tuve, y a pesar de eso, siempre, cuando tienen espacios, son
los que están en contra mía, tal vez mañana cuando se les acaben, estén conmigo
nuevamente, pero mientras tengan poder, no estarán conmigo.
¿Esto, a ti, te resultó decepcionante a causa
del engolosinamiento de ellos, o de él?
-He
tenido muchos amigos durante el tiempo que estuve encabezando, ayudando a mucha
gente que nos la estábamos jugando con Ricardo Monreal en 1998, y que siendo
tan pocos los espacios que teníamos, eran para apoyar al equipo en un proyecto
que nos habíamos planteado desde entonces, cuando llegamos al poder cuando
ganamos el Gobierno del Estado, todos mis amigos se incorporaron, los ayudé
para que estuvieran en el gobierno. Estando en el gobierno y habiendo unas
diferencias, nosotros con Monreal sobre todo después del 2000, yo determino
separarme del gobierno, voy por una candidatura de Convergencia a diputado
federal y pasa lo que pasó, yo llamo a constituir con toda formalidad
Convergencia y para entonces, mis amigos que ya tenían sus cargos en el
gobierno, los que no, tenían la esperanza de estar y casi nadie me siguió. Yo
hice e partido con un grupo de estudiantes de Derecho de la Universidad en
donde yo participaba, y fueron los primeros que empezaron a dar la cara por el
partido, mis amigos anteriores ya no existieron, en ese grupo, también estaba
Alfredo, estaba muchachillo; pero en realidad, el partido lo hicimos como el
partido de la gente que eran mis amigos de verdad, mis compañeros de la escuela
y porque no decirlo: mi familia, aunque esto al final, fue un lastre para mí.
No
ajustábamos de candidatos ni para presidentes, regidores, síndicos, etc., sin
embargo en la primera elección a la que fuimos, como ningún otro partido,
alcanzamos el registro. Logramos una presidencia municipal, la de Cañitas; un
espacio en el Congreso; tres segundos lugares en distintos municipios: Loreto,
Apulco y Tabasco y el 3.7 % de la votación. Y eso, para muchos fue una gran
sorpresa a pesar de que nadie daba un peso por Convergencia pero, así fuimos construyendo
con mucha gente y por ese grupo, llegaron a pasar personajes que ahora están en
el gobierno, muchos; estuvieron también con Monreal y con Amalia.
Y de
todas maneras sigo teniendo el mismo problema con el que inicié: siempre
pretenden socavarme. En este caso, fue un duro golpe que orquestaron desde
algún lugar del gobierno y me quitaron a mi hermano. “¿Dónde le pegamos? Pues
le quitamos a su hermano. Y allí demostramos –según su visión- que ni en su
casa lo quieren”. Cuando antes decían: “no pos es el partido de familia, que
solamente apoya a su familia”, y están demostrando que ni en mi casa me
quieren. Y he demostrado, que un tanto las ideas trascienden los grupos que se
hacen circunstancialmente –incluso en mi familia- aquí yo estoy demostrando que
a pesar de que ya no están ellos, la idea trasciende, vamos trascendiendo,
vamos avanzando, no hay ningún problema; he sido de los políticos más golpeados
en Zacatecas, de los más perseguidos. Aunque ya le bajé a la crítica pública,
la gente sabe menos de que estamos en oposición a este gobierno, también el
gobierno le bajó de nivel y está trabajando mejor por abajo. La lucha ya es más
soterrada que abierta.
-¿Y estas actitudes nos dicen que hay
debilidad para llegar a esos grados?
-De
ninguna manera. Cambiamos la táctica. Antes era abierta nuestra lucha. Nuestro
planteamiento era abierto siempre, estoy allanado públicamente, estamos
construyendo algo que tendrá frutos en 10 años por lo menos, ¡en diez años! si
hablamos de tiempo. Nuestra lucha no va a tener resultados ahorita, será hasta
entonces donde volverá a tomar fuerza la opinión de los que más sepan en ese
momento. En 10 años, gobernará la experiencia en el país y en Zacatecas también.
Yo me estoy preparando para ser gobernador por ahí para el 2022.
-Ahora para terminar, un mensaje donde
sintetices tu sentimiento respecto del desprendimiento de tu hermano del
partido y lo que quieras agregar para que la gente sepa lo que piensas.
-Ya
entré a la vejez prácticamente.
Estoy
sumamente dolido –siempre me duele que alguien se desprenda de mi grupo, de mi
equipo; mis amigos, mis compadres- pero
que un hermano se desprenda, sobre todo, cuando seguimos cuesta arriba, ¡si
duele mucho! y sobre todo cuando el hermano sabe que lo usan para fustigarme,
para golpearme, para hacer caer los látigos sobre mi persona, ¡eso duele mucho!
Te lo digo con toda franqueza, te pudiera mentir diciéndote que no me importa.
Sí me
importa y me duele.
A pesar
de que se el porqué lo hizo, a pesar de que se, que, como y quienes estuvieron allí,
atrás de él todos los días, diciéndole que él era grande y que podría ser más
si se separara de mi y él creyó y se fue y claro que si me duele, porque
siempre he estado cuesta arriba.
Nunca
he tenido ninguna posibilidad de poder, porque si la tuviera, aunque fuera solo
un resquicio para tomar decisiones, ya hubiera establecido como políticas
públicas muchas de las propuestas que he estado platicando con la gente. No la
tengo, sigo batallando. Ya he puesto ejemplo en muchas cosas. A pesar de que
somos de un partido pequeño, nuestras ideas son grandes, superiores. Son buenas
pues. La gente las quiere y donde quiera que nos paramos la gente las acepta.
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